El Global | 01.12.2023
El Espacio de Datos Sanitarios se encuentra ahora en el foco principal de Europa, casi por delante de la revisión de la legislación farmacéutica, por el amplio consenso generado en torno a la iniciativa. Y es que su aprobación parece inminente. Tras haberse aprobado el proyecto de informe, se debatirá ahora en el pleno de diciembre.
Este Espacio de Datos supondrá beneficios en dos niveles: pacientes e investigación. Que los ciudadanos de la UE puedan controlar sus datos sanitarios personales (uso primario) y facilitar el intercambio seguro con fines de investigación (uso secundario) es un gran avance tanto sanitario como científico. Además, supone todo un hito para la gran UE de la Salud que se quiere lograr.
No solo permitirá a la UE ser más competitiva en el ámbito de la investigación y la atención sanitaria, sino que los pacientes, especialmente aquellos que padecen enfermedades raras, serán los grandes beneficiados. Precisamente, esto es lo que se puso sobre la mesa en la XI Jornada Somos Pacientes, organizada por la Fundación Farmaindustria y la plataforma Somos Pacientes.
Durante el encuentro, los expertos aludieron a la generación de datos en vida real (Real World Data, RWD), que puede ser una herramienta que ayuda a los laboratorios a demostrar el valor de sus tratamientos ante agencias regulatorias, pagadores, proveedores, profesionales sanitarios y pacientes. Y son estos últimos los más interesados en RWD: según el estudio EURORDIS, el 97 por ciento de las personas que padecen una enfermedad rara están dispuestas a compartir sus datos sanitarios por el impacto que tienen estas patologías en su vida.
Tal y como expuso Jesús Hernández, hematólogo en IBSAL y coordinador de la Alianza HARMONY, hasta ahora, la mayoría de las decisiones tomadas en medicina se basaban en datos de ensayos clínicos, que “reproducen la foto de una manera muy parcial”. Asimismo, hizo referencia al “acceso limitado a la información de la práctica de los hospitales”, pero, en la actualidad existen herramientas informáticas para poder incorporar esa información.
Por tanto, es el momento de aprovechar todos los instrumentos a nuestro alcance que redunden en la mejora de la calidad de vida de los pacientes e impulsen la investigación.
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