BioPress| 05-03-2021
Desde el colegio a la jubilación el dar charlas o hacer presentaciones es parte de la vida científica. Durante ese periodo el científico progresa, generalmente, desde el “examen de
ingreso” en el que muestra su primer póster hasta conferencias invitadas, pasando por presentaciones orales breves.
Si la primera edición de este folleto estaba dirigida a las conferencias, esta versión se dedica a las tres formas de presentación mencionadas, ya que cada una tiene sus propias dificultades que han de ser identificadas y resueltas si se desea una comunicación científica efectiva. Aunque las presentaciones científicas son un medio aceptable de intercambiar conocimiento e información, esencial en el empeño científico, muchos pósteres son ineficaces instrumentos de comunicación y muchas de las charlas que se dan son realmente malas.
Si el contenido de la charla o la forma de darla no son de la máxima calidad, la comunicación es defectuosa y le hacemos un flaco servicio a la ciencia y a su difusión. El desarrollo de la habilidad para hablar en público contribuye también a muchos otros aspectos de una carrera individual, dada la importancia de la comunicación oral en otras situaciones, v.g. comités, juntas y discusiones políticas.
Con el fin de mejorar el flujo de información entre científicos, esta publicación pretende aconsejar sobre cómo preparar y hacer presentaciones científicas según el siguiente orden: primero el póster y a continuación presentaciones orales, breves y extensas. Aunque los consejos y normas que aquí se dan están dirigidos al ámbito científico, muchos de ellos se pueden aplicar a presentaciones públicas de otra índole.
Esperamos que el material que a continuación se expone sea de ayuda para la comunidad científica. Las futuras charlas y pósteres dirán.
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